No me gusta el huevo
Tan solo con escuchar la palabra "huevo" siento en mi boca una sustancia gelatinosa sin sabor, a medio cuajar, y luego un líquido aceitoso con sabor a azufre. Puedo soportar comer un huevo bien hervido, pero nunca uno estrellado. El hecho de pensar en una yema líquida me repugna, y más aún el tener que comerla, beberla, o ingerirla de algún modo.
Algún día dejaré de comerlo, o dejará de causarme asco. Esperemos que sea la primera. Si llega a ocurrir la segunda, es momento de visitar al psiquiatra.
Algún día dejaré de comerlo, o dejará de causarme asco. Esperemos que sea la primera. Si llega a ocurrir la segunda, es momento de visitar al psiquiatra.
Comentarios
Pero no, no eres del club. Es más, me disculpo si mi comentario te provoca cierta náusea.